En el corazón de la Región Apulia, se encuentra uno de los pueblos más extraños y pintorescos de toda Italia: Alberobello. Lo que hace de Alberobello una de las metas turísticas más importantes del sur de Italia son sus “Trullos”: edificaciones cilíndricas blancas con techos cónicos de piedra. Estas casas la hacen parecer un pueblo de cuento de hadas y duendes pues su belleza es casi “Irreal.
Los orígenes de la ciudad se remontan a la segunda mitad del siglo XVI cuando, siendo un pequeño feudo bajo el dominio de los Acquaviva, condes de Conversano, comenzó a poblarse de campesinos que deseaban cosechar la selva (así llamada) fértil. Los condes autorizaron a los colonos para que construyeran sus casas a la piedra seca, esto es, sin cemento, para poder ser derruidas en caso de inspección regia. Esto se debía a laprammatica de baronibus, norma existente en el Reino de Nápoles desde el siglo XV, en cuya virtud el nacimiento de una aglomeración urbana exigía el pago del tributo; con la astuta propuesta se evitaba el impuesto. Así pudieron construir estas casas que podían configurarse como construcciones precarias, de fácil demolición.Corría el año 1797 y un grupo de atrevidos alberobelleses, dada su precaria condición, se acercaron a Tarento para pedir auxilio al rey Fernando Ide Borbón que los escuchó. El 27 de mayo de 1797 el rey emitió un decreto con el cual la pequeña población quedó libre.
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